Sófocles revolucionó el teatro tanto desde el punto de vista formal como del argumental. Puso a prueba a los protagonistas de sus historias llevándolos al límite en una lucha infructuosa contra un destino amenazador. Gracias al profundo estudio psicológico de los personajes, transformó a Édipo en el mito que siglos más tarde se convertiría en el arquetipo del psicoanálisis por excelencia.