Memoria, autobiografía y feminismo se entretejen en este libro que tiene en su centro la identidad de la mujer
Por la autora ganadora del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2024
«En la escritura de Piedad Bonnett se concentran las virtudes que más admiro en la literatura: profundidad y concisión [...]. Lectores del mundo, lean este libro».
Margarita García Robayo
«La que me ha pedido aparecer en estas páginas es sobre todo la mujer incierta, una que sigue existiendo dentro de mí, debajo de todas mis capas. Pero hay otras, algunas de las cuales no aparecen aquí o no aparecerán jamás».
¿Cómo contar la historia de uno mismo? Y, en ese ejercicio, ¿hasta qué punto se construye o se reconstruye la identidad? En este libro autobiográfico, Piedad Bonnett parte de sus vivencias para reflexionar sobre los factores que definen nuestra cotidianidad. Nos habla, con sensibilidad y lucidez, de aquello que determina la experiencia de las mujeres —la educación, el matrimonio, la maternidad, los tabúes asociados al cuerpo y la violencia de género— y también de la ansiedad, el miedo, la rebeldía, las ansias de libertad y las obsesiones que impulsan el proceso de la escritura.
Con una prosa poética y contundente, atravesada por humor e ironía, la autora aborda las diferentes épocas que ha presenciado, en las que podemos vislumbrar las muchas mujeres que ha sido. Su camino de reconocimiento está siempre inconcluso, pues, al igual que ella, todos «somos inaprehensibles. Somos rectificables, como cuando queremos que la palabra dé cuenta de nosotros. No hay relato que diga quiénes somos».
La crítica ha dicho:
«El prestigio de la belleza se convierte en un hermoso tratado reflexivo sobre las invisibilidades, tristezas y soledades de los que por el contrario no son tan bellos».
El Espectador
Sobre Lo que no tiene nombre:
«Un libro abrasador, valiente hasta la violencia, extraordinario. Piedad Bonnett escribe desde el abismo e ilumina las sombras con un texto penetrante e imprescindible».
Rosa Montero
«Yo he aprendido con este libro despiadado de Piedad, que no hay consuelo. Y que sin embargo vale la pena escribir que no hay consolación. ¿Por qué vale la pena? Creo que vale la pena de decirse, de escribirse, porque es verdad».
Héctor Abad Faciolince
«La vida, la muerte y la literatura se mezclan de una manera dramática en este extraordinario testimonio en el que Piedad Bonnett vuelca su verdad más íntima y su destreza creativa».
Mario Vargas Llosa