Larga noche hacia mi madre plantea un acercamiento al tema del odio a la madre y el rencor que corroe las relaciones familiares. El protagonista de la novela emprende el viaje de vuelta hacia sus fantasmas para cumplir con la obligación familiar de acompañar a su madre, con quien ha roto casi todos sus vínculos, en su agonía. Después de una larga estancia en el hospital psiquiátrico, la madre se encuentra en un tránsito de muerte que se ha dilatado por años. Con una prosa tensa que recrea una atmósfera sofocante y turbia, la novela se vale de múltiples recursos estilísticos y fragmentos discursivos, como relatos autobiográficos, diarios y cartas, que se superponen al monólogo de la muerte de la madre, para restituir la identidad desgarrada del protagonista y su relación lacerante con el pasado. Como pocas novelas en la tradición iberoamericana, Larga noche hacia mi madre explora hasta sus últimas consecuencias las posibilidades de escribir lo indecible entre una madre y su hijo.
Carlos Cortés nació en San José, Costa Rica. Es narrador, poeta y ensayista. En 1999 publicó en México la novela Cruz de olvido, que atrajo la atención de la crítica latinoamericana y fue parcialmente traducida al francés por el escritor Patrick Deville. En 2001 obtuvo la beca de escritura de la Casa de Escritores y Traductores de Saint-Nazaire, Francia, donde escribió Tanda de cuatro con Laura, que se publicaría al año siguiente. Desde entonces ha publicado las novelas El año de la ira (2019), Los huérfanos del absoluto (2017), Mojiganga (2016) y el ensayo-ficción La gran novela perdida. Historia personal de la narrativa costarrisible (2007), además de los libros de relatos La última aventura de Batman (2010) y Mujeres divinas (1994).
Su obra ha sido traducida al francés, inglés, alemán, italiano, checo, japonés y turco. Francia lo condecoró con la medalla de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. Es catedrático de Comunicación y Arte en la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica.