Amores enanos es una enorme fábula sobre las dificultades que tenemos los seres humanos para convivir con los demás seres humanos. Y, sobre todo, para lograr ser felices junto a ellos. Pero también es una novela acerca del amor y el sexo y la soledad y la incomunicación. Una historia desopilante en la que el lector no puede parar de reír. Un disparate mayúsculo. Y un drama que, entre risas y lágrimas, se resolverá justo al final, en las últimas líneas de la última página. Una pequeña y enorme fábula. Parecida a sus dos protagonistas. Milagro y Perico trabajan de enanos en un circo que un buen día cierra sus puertas por falta de espectadores. Entonces, deciden comprar un terreno, quedarse a vivir cerca del mar y, en un inesperado golpe de fortuna, se convierten en los strippers más famosos de la pequeña ciudad vecina. De buenas a primeras, son ricos. Y aprovechan ese dinero que les cae del cielo para construir un barrio cerrado en el que sólo se permiten enanos. Sin embargo, no todo serán alegrías. La irrupción de una altísima y bella periodista, Eliana, trastocará para siempre la vida de la comunidad. Narrada desde la complejidad de medir poco más de un metro en medio de una sociedad que está diseñada para hombres y mujeres con muchos más centímetros de estatura, Amores enanos es una suerte de espejo que deforma aún más si cabe las tristes deformidades del mundo actual. Un texto que nos obliga, como lectores, a mirarnos desde otro lugar: un lugar bastante diferente del lugar desde el que solemos mirarnos. Después de la reciente publicación de la deliciosa Tacos altos, Federico Jeanmaire (un escritor con gran prestigio que ha recibido en Argentina los premios Ricardo Rojas, Emecé y Clarín) nos deleita ahora con una novela quizá aún más singular e indispensable, una obra imperdible a la que no le falta ni le sobra nada. Absolutamente nada