ambientada en la guerra civil en distintos escenarios de Galicia, País Vasco, sur de Francia y Cataluña, Le pusieron Libertad cuenta la historia de la familia Rosales Villanueva, que sigue los pasos de Emiliano Rosales, comunista y activo líder sindical entre los marineros gallegos que, como él, se vieron obligados a emigrar al País Vasco. Convertido en capitán de milicias en el Batallón Amuátegui, al mando de su compañía protagonizará algunos de los hechos de armas más relevantes –y desconocidos– del Ejército Vasco. La narración sigue los avatares de una familia que se va a ver sacudida por una serie de cambios dramáticos, desperdigada como consecuencia del desarrollo de la guerra y las evacuaciones casi obligadas de la población civil. Unos y otros estarán sin noticias del resto, viviendo al límite de sus fuerzas sin perder la esperanza del reencuentro. Libertad era el segundo nombre que Emiliano Rosales quiso para su primera hija, Carmen Libertad.
La desgarradora historia real de una familia gallega que se ve obligada a sobrevivir en la guerra civil con la esperanza del reencuentro, tal vez muy lejano o imposible.
Gabriel Pérez Gómez es periodista y doctor en Ciencias de la Información. A lo largo de su trayectoria profesional, fundamentalmente ligada a la televisión, dirigió el Centro Territorial de TVE en Navarra y presidió la Asociación de la Prensa de Pamplona. Durante más de 30 años ha simultaneado el ejercicio del periodismo con la docencia en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, donde continúa en la actualidad como profesor asociado. Junto a otras publicaciones de carácter académico, es autor de otras novelas también ambientadas en la guerra civil (La confesión de Joaquín Grau, Renacimiento, 2019 y El affaire Borchgrave, de próxima publicación, que cierra esta trilogía) y una biografía (Álvaro d’Ors, sinfonía de una vida, 2020).
Emiliano Rosales Davil. El protagonista de la novela fue un marinero de Bueu (Pontevedra) que se vio obligado a emigrar al País Vasco para sacar adelante a su familia. Militante comunista y activo agitador sindical, los avatares de la guerra civil le llevaron a servir en el Ejército Vasco-Eusko Gudarostea como capitán de milicias al frente de una compañía del Batallón «Amuátegui» primero y del «Baracaldo» después. Si los hechos de armas que protagonizó hubieran corrido por cuenta de un nacionalista vasco, posiblemente su historia no estaría casi en el olvido.