«Sí, podríamos decir que, como en las novelas de detectives más clásicas, en las ficciones de Vargas siempre hay un asesino por descubrir. Y, sin embargo, su identidad es lo de menos. De hecho, el protagonista de Fluye el Sena, el comisario Adamsberg, no es, que digamos, un maestro de la deducción [...] se fía más de su experiencia, de su intuición, de corazonadas que le van saliendo al paso».
Del prólogo de ALEXIS RAVELO
En este volumen de tres nouvelles, publicadas por separado y en épocas distintas, conoceremos los curiosos métodos y el estrafalario razonamiento del comisario Adamsberg al investigar los más variopintos asesinatos. En «Salud y libertad», un extravagante vagabundo se instala en un banco, con todas sus pertenencias, ante la comisaría de Adamsberg mientras este recibe misteriosas amenazas anónimas y una mujer aparece muerta sobre las vías del tren. En «La noche de los brutos», Danglard y el comisario investigan la extraña muerte de una mujer que aparece ahogada debajo de un puente del Sena. En «Cinco francos unidad», un estrambótico vendedor ambulante de esponjas presencia el intento de asesinato a una rica dama, y el comisario conseguirá que colabore con la policía de un modo realmente ingenioso.