El protagonista de esta novela, Walter Arias, es una mezcla de filósofo surrealista y de psicoanalista antifreudiano, de romántico y de obseso sexual, de arlequín y de monstruo, de moralista y delincuente. Mezcla, en fin, de todo aquello que no puede ni debe mezclarse. «Mi pensamiento oscila entre Descartes y el barón de Munchausen», confiesa Walter Arias, precursor del movimiento filosófico llamado walterismo, una de las corrientes espirituales menos espirituales de cuantas conoció el pasado milenio. Burlón y despiadado, visionario y reflexivo, humorístico y macabro, Walter Arias nos cuenta los vaivenes de su vida –su noviazgo con el mundo– a lo largo de un hilarante thriller picaresco y metafísico.