Con Instrucciones para un funeral, David Means regresa por todo lo alto al género que cimentó su prestigio literario: el relato. En esta prodigiosa colección de cuentos –unas narraciones intrincadas, fascinantes, profundamente poéticas y emotivas que confirman a su autor como uno de los grandes escritores norteamericanos contemporáneos–, Means reflexiona sobre el adulterio, la paternidad, las amistades traicionadas, el odio de clase, la adicción, la soledad
y el desamparo en todas sus esquivas mutaciones, y lo hace con hondura y
originalidad, con ingenio y sabiduría, con una mezcla marca de la casa
de concisión y hechizo, de elegía, existencialismo y perfeccionismo formal.
Los personajes de Means afrontan distintos tipos de pérdida, ya sea el trabajo, su pareja o la razón; son seres a la deriva, sin asideros, cuyas vidas se han visto marcadas por la violencia o el infortunio, y para quienes el
mundo se ha vuelto un lugar inseguro, hostil, desdibujado. No importa
el grado o la naturaleza del sufrimiento de dichos personajes: Means –y
con él, el lector– parece confiar plenamente en el poder redentor de las historias. Comparado por la crítica con Denis Johnson, Alice Munro, John Cheever, Tobias Wolff o Raymond Carver, David Means es uno de los grandes maestros de la narrativa breve e indudablemente una lectura imprescindible.