Un memoir «visceral y desgarrador [...], embriagador y redentor» (The Boston Sunday Globe), que obtuvo el Premio Femina Étranger, por la candidata al Nobel y ganadora del American Book Award, el Dan David Prize y The Paris Review Hadada Award, traducida a veintidós idiomas, alabada por la crítica y autores como Derek Walcott y Susan Sontag.
«Kincaid es una de las pocas escritoras angloparlantes actuales que querría leer siempre».
Susan Sontag
Me convertí en escritora por desesperación, así que cuando supe que mi hermano se estaba muriendo me familiaricé con el acto de salvarme: escribiría sobre él.
Cuando Jamaica Kincaid recibió la noticia de que su hermano menor, Devon, estaba enfermo de sida a los treinta y tres años, viajó a Antigua para cuidar de él durante sus últimos meses. La noticia llegó por parte de un amigo de la familia, ya que ella y su madre habían dejado de hablarse. Hasta ese momento, Jamaica ni siquiera sabía que su hermano era homosexual.
Desde su nacimiento, Devon había sido una fuente de problemas para la familia: a los catorce años se había visto envuelto en un asesinato, después se había unido a la secta rastafari y también había sido drogadicto. Jamaica, sin embargo, se había convertido en una famosa escritora afincada en Estados Unidos y, ahora, regresaba a un mundo extraño e impregnado de distancia, tanto de sus parientes como de sus orígenes.
Este libro es el relato de la vida y la muerte de su hermano, pero también una reflexión sobre algunos de los temas más destacados de su narrativa: la familia y su poderosa atracción gravitacional #una constelación que gira en torno a la figura amenazante de la madre#, la raza y la migración. También sobre la sexualidad en Antigua, un lugar en el que a las mujeres se las educa para preservar su virginidad, mientras se anima a los hombres a ser descuidados y promiscuos. Una enseñanza enfermiza de la que son víctimas tanto los personajes femeninos de Kincaid en la ficción como lo fue su hermano en la realidad.
Un memoir de una «gran belleza lírica y una gran fuerza emocional» (Kirkus Reviews), que sorprende por su austeridad y su rabia, y que constituye un acto de supervivencia a través de la palabra.
Reseñas:
«Perfecto y valiente».
Carolyn See, The Washington Post
«Un memoir sobre la muerte que la retrata tal como es, no como quisiéramos que fuera, o como tan a menudo la adaptamos en la ficción».
Anna Quindlen, The New York Times Book Review
«Visceral y desgarrador [...]. Las revelaciones de Kincaid son tan embriagadoras como redentoras».
René Graham, The Boston Sunday Globe
«Un libro de gran belleza lírica y fuerza emocional».
Kirkus Reviews
«Kincaid es una de nuestras más destacadas estilistas. [...] Unas memorias conmovedoras».
Publishers Weekly
«Los críticos suelen elogiar la no ficción diciendo que se lee como la ficción, cuando lo que realmente quieren decir es que es absorbente y está bien escrita. En este caso, la comparación es realmente válida. Mi hermano se lee como una novela de misterio lírica. Desde la primera frase queda claro que Drew va a morir, y lo que sigue es el intento de Kincaid de averiguar qué llevó a semejante desperdicio de vida».
Sarah Kerr, Slate
Sobre la autora:
«Kincaid es una de las pocas escritoras angloparlantes actuales que querría leer siempre».
Susan Sontag
«Cuando escribe una frase [...], es como si esta se descubriera a sí misma, como si descubriera cómo se siente [el narrador]. Y esto es asombroso, porque una cosa es ser capaz de escribir una buena oración enunciativa y otra muy distinta captar la temperatura del narrador, sus emociones».
Derek Walcott, Premio Nobel de Literatura