Para Guida, guardia de seguridad en urbanizaciones de lujo, Ajo, la Enana e Isamel son rápidos, sigilosos, avispados, los mejores entrando y saliendo de las casas sin dejar rastro —como si fueran invisibles—. El vigilante ya les ha encargado algunos trabajitos menores, pero quizás haya llegado el momento de ofrecerles algo de mayor envergadura, un golpe más lucrativo que sus muchachos no puedan rechazar. La promesa de un dinero aparentemente fácil obliga a los chicos a aceptar la misión. Sin embargo, nadie les advierte de la posibilidad de que todo se tuerza.