El 11 de julio de 1897 Salomon August Andrée, Knut Frænkel y Nils Strindberg subieron a un globo aerostático en una de las islas noruegas Svalbard y se lanzaron a la conquista del Polo Norte. Durante años, nadie tuvo noticias de estos tres intrépidos. Tampoco Anna Charlier, la entonces novia de Nils. Hasta que, en 1930, se encontraron los restos de los expedicionarios, junto con un diario de a bordo y varios carretes fotográficos que, milagrosamente, un experto logró revelar. Hélène Gaudy relata el sueño de esos hombres que quisieron pasar a la posteridad como héroes.