Análisis del autor sobre la necesidad del ser humano de vivir con los demás
El hombre es un ser social. Pero ¿qué significa esa constatación, y qué implicaciones tiene? ¿Acaso supone que no existe el yo sin el otro? ¿En qué consiste, para el individuo, la exigencia de no conocer más que una vida común?
En este deslumbrante ensayo, en el que la filosofía se codea con el psicoanálisis, donde las obras literarias secundan la introspección, Tzvetan Todorov demuestra que el ser humano está condenado a ser incompleto, que aspira al reconocimiento y que su ser, incluso en soledad, está hecho de encuentros con los otros.
Somos felices porque amamos, y sin el amor no existimos. Nuestra felicidad depende exclusivamente de los demás, quienes, por ende, detentan también los instrumentos para la destrucción de ésta. En el mejor de los casos, la vida en común no garantiza más que una felicidad endeble.