La faz de España, a medio camino entre el libro de viajes erudito y un diario confesional a ras de una nostalgia templada, narra el periplo de Gerald Brenan y Gamel Woolsey por el centro y sur de España en 1949. Se trata, así, del tan ansiado regreso a su país de adopción tras su brusca huida durante los primeros compases de la Guerra Civil en Málaga.
Hispanista original y multifacético, gran observador, conocedor como pocos de las cosas de España, Brenan no solo narra el viaje físico, se encarama al horizonte español para enfrentarse a su pasado, para ajustar cuentas y recuperar el control sobre los espectros de su desván emocional. Escribe con pasión y rigor sobre el reencuentro con el paisaje y con las voces de los españoles, con la historia, el arte, la sociología y la literatura de un país que llevaba anclado en el corazón.
Fue, asimismo, pionero en la búsqueda de la tumba de Lorca, cruelmente asesinado en Víznar (Granada), de las huellas de Góngora, olvidado en Córdoba, en la reivindicación de los místicos y del Greco, entre otros muchos. Pero, sobre todo, esboza un análisis apasionado y riguroso de la situación del país durante la complicada posguerra: algo perdido en sí mismo por el bloqueo internacional, inundado por la corrupción del régimen, la miseria y el estraperlo generalizado y en el que aún quemaban las ascuas y las divisiones tras la Guerra Civil. No obstante, Brenan va retirando, poco a poco, las máscaras que envuelven la verdadera faz de España para terminar por descubrirse a sí mismo.