¿Es la política de la identidad una amenaza o una aportación útil
al desarrollo de las sociedades modernas?
«Las culturas, todas las culturas, recientes o ancestrales, originarias o derivadas, inmaculadas o sincréticas, de ayer o anteayer, y también las de mañana, solo valen y merecen el reconocimiento en la medida que respeten, y a su vez reconozcan, los derechos individuales, los mismos que la democracia liberal, dicho sea de paso, cultiva más que cualquier otra forma alternativa de convivencia.»
En los últimos años una nueva concepción del mundo tensiona la convivencia en la esfera pública. Se trata de la política de la identidad. Esta tendencia, en que las personas en vez de esgrimir su condición de ciudadanos iguales proclaman su estatus de miembros pertenecientes a un grupo #sea el género, la etnia o la orientación sexual# para intervenir en la vida política, está afectando la totalidad de los asuntos humanos. El autor, quien ha observado con agudeza las tensiones del presente, rastrea en la literatura filosófica y política las contradicciones, los peligros y las virtudes de la identidad, tal vez el tema más importante de nuestro tiempo.
La crítica ha dicho:
«Una pluma influyente»
Rocío Montes, El País
«Un texto escrito al calor de la discusión actual en las democracias occidentales en torno al auge de las identidades».
Daniel Swinburn, El Mercurio
«Con su habitual rigor intelectual, a menudo controvertido, Carlos Peña analiza la irrupción de las políticas de identidad en la sociedad moderna».
Andrés Gómez Bravo, La Tercera